• Nombre: Muñeca de paleta – «Paddle doll»
• Tipo de objeto: Muñeca. Material: Madera, barro, cuerda de lino y pintura
• Medidas: 22.8 x 7 x 0.9 cm.
• Datación: Reino Medio, Dinastía XI tardía – Dinastía XII. Circa 2030-1802 a. C.
• Procedencia geográfica y arqueológica: Alto Egipto, Tebas, Asasif, Tumba MMA 816
• Ubicación actual: Museo Metropolitano de Arte, Nueva York. N. de catálogo /inventario: MMA 31.3.35a, b

El Museo Metropolitano de Arte había realizado excavaciones en la zona de Deir el Bahari, durante más de una década. Habían comenzado en 1911. En la temporada de 1930-31, lo que habían considerado como una calzada y muro de la Dinastía XVIII, resultó ser de la Dinastía XI. Frente al templo de Mentuhotep, en la necrópolis denominada Assasif, hallaron muchas tumbas coetáneas del rey de la Dinastía XI. En la MMA 816, entre objetos cosméticos, hallaron un conjunto de muñecas (Winlock H. E., 1942, págs. 206-208).

La llamada muñeca de paleta es una pieza de madera plana que representa el cuerpo, las caderas y los brazos. En la parte de la cabeza, una serie de hilos de lino y cuentas de barro imitan un cabello frondoso. El cuerpo está pintado con tatuajes, ceñidores y cinturones, que dejan ver el cuerpo desnudo y el vello púbico pintado en negro (Metropolitan Museum, s.f.c). Solo en el Museo Metropolitano de Arte existen 33 muñecas de paleta fechadas en la segunda mitad de la Dinastía XI (Hayes, 1953, pág. 220) siguiendo el hábito común del Reino Medio en proveer de muñecas y modelos para acompañar al difunto en el más allá. En muchas ocasiones, la forma del cuerpo es más esquemática, asemejando a un remo.

No hay un consenso definitivo en cuanto al uso de este objeto (Morris, 2011), más aún, al principio hubo confusión en su interpretación (Shaw & Nicholson, 1995, págs. 265-266). Winlock (1942, Fig. 38) observó que las muñecas infantiles nubias de su tiempo se asemejaban mucho en estética, a las halladas en las tumbas, pero su desnudez y el hecho de que es común encontrar figuras femeninas en los enterramientos masculinos desde el predinástico, le hizo pensar que eran “concubinas” para el más allá (Hayes, 1953, pág. 219). John Garstang (citado por Morris, 2011, pág. 72) pensó que las muñecas de paleta de Beni Hasan eran juegos infantiles, ya que algunas de ellas se encontraron desgastadas por algún tipo de uso.

Por semejanza con el collar menat, se vincula con la diosa Hathor. Tal vez se agitaban del mismo modo reproduciendo el sonido del collar, con el fin de apaciguar a los dioses (MET). La interpretación más común y extendida es que es un depósito de poder de la sexualidad y fertilidad, para proveer placeres en la vida eterna (Morris, 2011, pág. 72) y favorecer el renacimiento (Shaw & Nicholson, 1995, pág. 266).

Morris (2011), después de analizar ocho líneas de argumentación, concluye que las muñecas representan miembros femeninos de la compañía tebana khener de artistas musicales que servían a la diosa Hathor. Con sus danzas, podrían hacer que el difunto, asociado a Ra, renaciera por la magia de Hathor.