Modelo de escultor

  • Tipo de objeto: Ostracón. Material: Piedra caliza, pintura
  • Medidas: 16 x 14.5 x 4 cm.
  • Datación: Reino Nuevo, Dinastía XVIII. Circa 1470-1458 a. C.
  • Procedencia geográfica y arqueológica: Alto Egipto, Tebas, Deir el Bahari
  • Ubicación actual: Museo Metropolitano de Arte, Nueva York. N. de catálogo /inventario: MMA 23.3.4

Las excavaciones en Tebas del año 1922 fueron excepcionales. Howard Carter acababa de descubrir la tumba intacta de un faraón en el Valle de los Reyes. Ante el desmesurado trabajo que se le presentaba, el Museo Metropolitano de Arte, que estaba excavando en la zona, se ofreció a colaborar con Carter y puso a su disposición parte de su personal y otros recursos para la famosa tumba. Sin embargo, las excavaciones del MET en Tebas tenían que continuar. H. Winlock fue el encargado de proseguir en la zona de Deir el Bahari – Assasif (Lythgoe, 1923, pág. 3). Aunque su labor se centraba en tumbas del Reino Medio, un agujero cortaba la calzada del Templo de Mentuhotep II y ocupó gran parte de los recursos de la campaña del 1922-23. Ese agujero correspondía a lugares de escombros y basurero de los constructores del Templo de Hatshepsut de la Dinastía XVIII (Winlock, 1923, págs. 11, 30).

Allí se encontró este ostracón entre miles de exvotos. Es un fragmento irregular de caliza que contiene el boceto de una serie de jeroglíficos. Este grupo se repite con bastante regularidad ankh, Djed, Was (anx, Dd, wAs) y junto con la cesta neb  (nb), es un deseo que se ofrece fundamentalmente al monarca y se traduce como “Toda Vida, Estabilidad y Poder” (Wilkinson, 2004, pág. 193).

Por la corrección del trazo del ankh se puede distinguir que el artista adaptó su diseño (Winlock, 1923, pág. 34). Los pintores egipcios utilizaban unas pautas cuadriculadas o guías para asegurar la proporción idónea de las formas (Baines & Malek, 1992, págs. 59-61). En este caso, las líneas de la cuadrícula pintadas en rojo permitieron posteriormente dibujar los jeroglíficos a cualquier escala (Metropolitan Museum, s.f.b). Winlok descubrió el resultado final de este boceto grabado en la piedra en la capilla de Hathor construida por Hatshepsut (Winlock, 1923, pág. 37). El arte egipcio era colectivo y anónimo. Y aunque se conoce el nombre de algún escultor, escriba o arquitecto, nunca se ensalzó al artista (Dimitri, 2013, pág. 28). Esta pieza nos recuerda el metódico rigor del pintor y del escultor, el trabajo de diseño y planeación que se esconde detrás de la obra.

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