Marfil mágico

  • Tipo de objeto: Talla y grabado en marfil. Material: Marfil de hipopótamo
  • Medidas: 16.1 x 5.9 x 9 cm.
  • Datación: Fin de la Dinastía XII, Dinastía XIII. Circa 1862-1686 a. C.
  • Procedencia geográfica y arqueológica: Desconocida.
  • Ubicación actual: Museo del Louvre, París. N. de catálogo /inventario: E 3614, 26.7.1288 a-b, Anastasi n°693, Fould n°830

El origen de este marfil mágico es desconocido. El primer propietario, Giovani d’Anastasi, fue un aventurero y marchante de arte que actuaba como cónsul de Suecia y Noruega en El Cairo (Rabinovich-Berkman, 2014, pág. 35). Este lo vendió a Louis Fould, un banquero y coleccionista de arte francés. El estado francés lo compró y entró en el museo del Louvre en 1860 (Musée du Louvre , 2014).

Es una vara mágica elaborada con marfil de colmillo de hipopótamo, probablemente hembra. Está aplanada por un lado y redondeada por el otro. Este tipo de marfiles corresponden al Reino Medio y están asociados con la diosa protectora de la maternidad, la infancia y el hogar, Taweret (Souto, 2020). Se asocia también a otros dioses y genios protectores de la infancia como Bes, Heket, Ihy y entidades del tipo grifo (Castel, 1999, pág. 141).

La vara tiene grabados diferentes elementos mágicos. En el frente se encuentra el dios Bes, la diosa Taweret, prisioneros amarrados, serpientes y otros elementos caóticos que han sido dominados. En el verso, el wdjat y el amuleto Sa, flanqueados por dos dioses alados en forma de babuino. También incluye dos fórmulas de protección en jeroglífico: “Hemos venido a proteger a la señora de la casa Meressenbes engendrada por Nubnib” (Musée du Louvre , 2014)

El nacimiento de un hijo en el antiguo Egipto, así como en todas las sociedades, es un acontecimiento relevante a nivel social y personal que implicaba ciertos cuidados y protecciones, tanto médicas como mágicas (Arroyo de la Fuente, 2011). El parto era un momento difícil para la madre y la criatura, y era necesaria la colaboración de parteras, ayudantes y dioses protectores que cuidaran ese momento trascendental (Parra, 2015, pág. 142). Los marfiles, tal como sugiere J. Wegner, servían para proteger el espacio en el que se daría el parto, así como la cuna del recién nacido (Wegner, 2009, pág. 481). Con la vara se trazaría un círculo en la tierra creando una barrera mágica de protección.

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