Isis Plañidera

  • Tipo de objeto: Estatua Material: Madera policromada
  • Medidas: 60.5 x 12.3 cm.
  • Datación: Período Ptolemaico. (332 a. C.)
  • Procedencia geográfica y arqueológica: Alto Egipto, Tebas, Assasif TT 414
  • Ubicación actual: Museo del Louvre, París. N. de catálogo /inventario: N 4130 Salt nº 3649

Champollion, en 1827, catalogó la obra que adquirió para el rey Carlos X de Francia en 1826. Esta pieza entra con el número 620 y una escueta descripción de ella. Provenía de la Segunda Colección de Henry Salt, el Cónsul Británico (López Grande, 2001, pág. 283).

La estatua procede de la TT414 de Assasif, necrópolis tebana que se encuentra a los pies de Deir el Bahari, frente al Templo de Mentuhotep II. La tumba era de Ankh-Hor, alcalde de Menfis, Oxyrrinco y del oasis de Bahariya, de la Dinastía XXVI, pero la tumba fue reutilizada por Aw-ib-ra y su familia en la Dinastía XXX, época Ptolemaica temprana (Budka & Mekis, 2017, pág. 219).

Durante el S. XIX, las tumbas de los familiares de Aw-ib-Ra fueron saqueadas y su contenido llevado a los grandes museos de Europa. Desde el Período tardío se dotaba el ajuar funerario con las dos plañideras divinas, arrodilladas, con una o dos manos cubriéndose el rostro. De esta forma el difunto tendría la potencia mágica de las diosas junto a sí. La estatua de Isis es una de ese conjunto. Su pareja, con la diosa Neftis, se encuentra en el Museo Británico (EA 60859). En general son anepigráficas, pero estas contienen dos inscripciones jeroglíficas que permiten conocer que fueron realizadas para Iret – Hor – ru, el hijo de Wab ib ra (Budka & Mekis, 2017, págs. 226-227 ).

Esta es una escultura policromada que representa a la diosa Isis arrodillada con los brazos levantados y las manos frente al rostro en señal de duelo y llanto por la muerte de Osiris. El nombre de Isis significa trono y de ahí el atributo que porta en su cabeza. Es, junto con Osiris, la personificación del principio histórico, del orden político y la representación de los aspectos benéficos del amor a la familia y fidelidad conyugal (Castel, 2001, págs. 103-104) (Castel, 1999, pág. 245).

En el ritual funerario, el duelo femenino está relacionado directamente con las diosas Isis y Neftis, tanto en la búsqueda del cuerpo fragmentado de Osiris, como después en el momento de la momificación y los rituales posteriores. Pausanias identifica las lágrimas derramadas por Isis como símbolo de la crecida del Nilo que devuelve la vida a Egipto (Bleeker, 1958, pág. 15), del mismo modo que el llanto y el duelo permiten restaurar la vida del difunto al transfigurarlo en Osiris. El papel de estas diosas y sus lamentos aparecen como relevantes en todos los textos mortuorios del antiguo Egipto. Se trata de una especie de luto ritual que permite la transfiguración del difunto, su vivificación, protección y triunfo (Assmann, 2005, pág. 66: Hudáková, 2016, pág. 56).

Estos lamentos han llegado hasta nosotros en dos papiros que contienen las letanías de este culto y se han denominado Las canciones de Isis y Neftis y Las lamentaciones de Isis y Neftis (Bleeker, 1958, pág. 2).

Vuelve a tu casa; hace mucho, mucho tiempo que no te he visto; mi corazón está angustiado por ti; mis ojos te buscan. «Te invoco entre lágrimas, para que mi voz penetre hasta los cielos altos, pero tú no escuchas mi voz, aunque soy tu hermana que te amó en la tierra» (Bleeker, 1958, pág. 4).

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