Horus Posno

  • Tipo de objeto: Estatua. Material: Aleación de cobre
  • Medidas: 95.5 x 39 cm.
  • Datación: Tercer Período Intermedio. Circa 1069 – 664 a. C.
  • Procedencia geográfica y arqueológica: Bajo Egipto, Menfis.
  • Ubicación actual: Museo del Louvre, París. N. de catálogo /inventario: E7703, Posno n°190

En el catálogo de la subasta pública de la Colección de Gustave Posno (1883, pág. 44) aparece la descripción de la pieza n° 190: “Este magnífico bronce es uno de los raros monumentos, por no decir el único que conocemos…” Procede de la ciudad de Menfis, y pertenece al Tercer Período Intermedio. Fue adquirida por el estado francés en 1883.

La estatua está creada de aleación de cobre, fundido de una sola pieza, salvo los brazos que están añadidos. Mide casi un metro de altura. Los ojos, perdidos, probablemente eran de alguna incrustación preciosa. Sus brazos sostienen elegantemente un cuenco de libaciones desaparecido en la antigüedad.

El cobre fue el primer metal conocido por los egipcios siendo usado desde el Período predinástico. Este se extraía desde el Reino Antiguo en el Sinaí, y durante el Reino Nuevo se importó, al igual que el bronce, desde Siria, Chipre y Asia Menor (Andrews, 1994, pág. 106).

Esta pieza representa al dios Horus con cuerpo humano y cabeza de halcón. Se encuentra de pie, con el torso desnudo, vestido únicamente con un faldellín; su pierna izquierda dando un paso hacia el frente y los brazos extendidos hacia adelante en una escena de purificación (Musée du Louvre, s.f.c). La naturalidad y belleza de las esculturas egipcias son asombrosas desde el Reino Antiguo, pero esta estatua rompe con el hieratismo acostumbrado de las estatuas de piedra.

A Horus (El Distante) se le asocia con el halcón, ya que éste ave se vincula tanto con el cielo como con la tierra. Su característica de caza es la de bajar precipitadamente hacia el animal que divisó desde las alturas, debido a su agudeza visual. Es reconocido también por su agresividad y el miedo que le tienen otras aves, dando paso así a una asociación guerrera y a la vez protectora, pues Horus fue el patrono protector del palacio y de los faraones, siendo éstos una encarnación del dios en la tierra. Esta deidad fue tan importante que ya desde reinos predinásticos se le veneraba e, incluso, diversas divinidades de halcón se agruparon bajo este nombre (Castel, 1999, págs. 191-192: Castel, 2001, pág. 87).

Es hijo de Isis y de Osiris, y por lo tanto el legítimo heredero del trono usurpado por Seth. Horus representará al Faraón, que restituye el orden en la tierra. Formando así parte del ciclo Osiriano.

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