Escudo ceremonial de Tutankhamon

  • Tipo de objeto: Escudo. Material: Madera y lámina de oro
  • Medidas: 89 x 54 cm.
  • Datación: Reino Nuevo, Dinastía XVIII, Reinado de Tutankhamón. Circa 1334-1325 a. C.
  • Procedencia geográfica y arqueológica: Alto Egipto, Tebas, Valle de los Reyes, KV62.
  • Ubicación actual: Museo Egipcio de El Cairo. N. de catálogo /inventario: JE 61577

En la tumba se encontraron una gran cantidad de armas y carros de combate. Entre las dagas y cuchillos, arcos y flechas, destacan ocho escudos en total que se pueden dividir en dos tipos. Cuatro de ellos eran de tipo defensivo tradicional, estaban realizados en madera maciza enyesada y recubiertos con piel de animal. En el centro muestran una placa con los nombres de Nesw-bity y el de Sa-Ra del joven rey (Nibbi, 2006, pág. 66). La piel era de antílope (JE 61580, JE 61582) y de guepardo (JE 61581, JE 61583), algo inusual debido a lo exótico de las pieles, revelando su carácter de prestigio; además, no presentan marcas de impacto. Los otros cuatro escudos son de tipo ceremonial (JE 61576, JE 61577, JE 61578, JE 61579) y están realizados en madera calada. En ellos se muestra al faraón dominando a sus enemigos bajo diferentes formas. La forma y tamaño de los escudos oscila entre los 73 cm y los 89 cm de alto. Están ligeramente curvados para proteger el cuerpo; la parte superior está redondeada al estilo característico del Reino Nuevo (Wernick, 2014-2015, pág. 55).

Los escudos ceremoniales son de madera y lámina de oro repujada. En este escudo, el rey asume la forma de un león con cabeza humana. Porta la corona doble del Alto y el Bajo Egipto. Camina sobre dos enemigos nubios que yacen sobre el jeroglífico de las tierras extranjeras. En lo alto, las alas de Ra-horajty presiden la escena, y Horus planea sobre un abanico abierto que enfatiza la naturaleza divina del rey. A su derecha, un texto en jeroglífico dice: «El dios perfecto que pisotea las tierras extranjeras, que golpea a los jefes de todas las tierras extranjeras. Señor de la fuerza como el hijo de Nut (Seth), valiente como Montu que habita en Tebas» (Coleman Darnell & Manassa, 2007, pág. 84)

La imagen del rey dominando a los enemigos se puede ver también en sus sandalias o en el escabel del trono, donde el rey coloca sus pies. Este acto de pisotear a los enemigos de Egipto, también llamados los nueve arcos, está relacionado con los rituales mágicos de execración (Muhlestein, 2008, págs. 2-3). La práctica mágica y la iconografía simbólica, para el pueblo egipcio, tiene un efecto en lo trascendente e invisible (Assmann, 1994, págs. 55-56).

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