Estela de Mentuhotep II

  • Nombre: Relieve de Nebhepetre y Mentuhotep II y la diosa Hathor (Figura 28)
  • Tipo de objeto: Relieve. Material: Piedra caliza, pintura
  • Medidas: 36 x 98 cm.
  • Datación: Reino Medio, Dinastía XI. Circa 2010 -2000 a. C.
  • Procedencia geográfica y arqueológica: Alto Egipto, Tebas, Deir el-Bahari, Templo de Mentuhotep II
  • Ubicación actual: Museo Metropolitano de Arte, Nueva York. N. de catálogo /inventario: 07.230.2

Esta pieza se rescató de la esquina suroeste del santuario de Amón, en el templo de Neb-hepet-Ra, Mentuhotep, rey de la Dinastía XI en Deir el Bahari, Tebas occidental. La excavación estaba dirigida por E. Naville, quien llevaba cuatro años en la zona, con la limpieza y recuperación de los relieves policromados. Fue donada por el Fondo de Exploración de Egipto al Museo Metropolitano de Arte por su apoyo en las excavaciones (Lythgoe A. M., 1907, pág. 196).

El relieve es delicado y la policromía muy detallada: el sombreado de los ojos del rey, los dibujos del serej, la armonía y proporción entre jeroglíficos y figuras, la delicadeza de los rasgos; todo demuestra el apogeo del arte que se dio a lo largo de los años en los que se construía su complejo funerario (Freed, 2015, pág. 47).

El Rey Mentuhotep II fue el gobernante que unificó el país de las Dos Tierras después del denominado Primer Período Intermedio, fundando así el Reino Medio (Lilyquist, Dorman, & Russmann, 1983, pág. 9). Este acontecimiento marcó su reinado, lo cual se ve reflejado en los nombres de sus títulos reales, algunos de los cuales cambiaron. Por este motivo se sabe que el relieve corresponde a la última etapa de su gobierno, cuando ya el país estaba unificado. Frente a él, tocado con la corona blanca del alto Egipto, la barba curva de los dioses y la cobra uraeus, está su nombre de Horus inscrito en un Serekh bellamente coloreado: smA-Tawy: “El que une las Dos Tierras” (Hayes, 1953, pág. 158). También aparecen el título de nsw-bity y el de sa Ra. El rey, rodeado de jeroglíficos, tiene a su espalda a la diosa Hathor. Ella le dice al rey: «Yo he unido las Dos Tierras para ti según lo que han decretado las almas de Heliópolis» (Lilyquist, Dorman, & Russmann, 1983, pág. 9). Lamentablemente, su rostro está mutilado. En época del rey Akhenatón, las imágenes de los dioses que no fuesen Atón fueron destruidas. Este templo sufrió los cinceles de los seguidores del faraón hereje, salvo el disco solar que tenía vínculos con el dios Atón. Con posterioridad, en época de Ramsés II, la diosa fue restaurada con yeso. Este se ha ido desprendiendo poco a poco. Tal vez en ese mismo momento los colores fueron restaurados y ese sea el motivo de que se conserven tan bien (Freed, 2015, pág. 47).

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