Busto de Nefertiti

  • Autor: Tutmés
  • Nombre: Busto de la reina Nefertiti (Figura 29)
  • Tipo de objeto: Busto. Material: Piedra Caliza, yeso, cristal y cera.
  • Medidas: 49 x 24.5 x 35 cm.
  • Datación: Reino Nuevo. Dinastía XVIII, Periodo Amarniano, Circa 1340 a. C.
  • Procedencia geográfica y arqueológica: Egipto Medio, Amarna, Taller de Tutmose
  • Ubicación actual: Museo NEUES, Berlín. N. de catálogo /inventario: ÄM 21300

La excavación en Tell el Amarna, la ciudad de Akhet-atón había pasado por varias manos, Carter, Petrie, N. de G Davis. Entre 1901 y 1914 las campañas las dirigió Ludwig Brochardt para la Deutsche Orient-Gesellschaft. En los últimos años sus excavaciones se centraron en la parte Este de la ciudad, en las viviendas de oficiales y en el área Sur de la Ciudad Central. Así pudo recuperar muchas estatuas y figurillas. En 1912 descubrió el taller de Tutmose, un escultor de la corte. Allí apareció uno de los rostros más icónicos y polémicos del arte egipcio. El busto de la reina Nefertiti, esposa de Amenhotep IV – Akhenatón durante la Dinastía XVIII del Reino Nuevo. Desde principios del Siglo XX y hasta la actualidad el gobierno egipcio reclama la devolución del busto (Sancho & Jofre, 2011).

Cuando fue hallada, según el contexto arqueológico, parecía que había caído al suelo desde una repisa con la fortuna de quedar intacta en su mayor parte dañándose únicamente las orejas.  Este busto posee un tocado azul, es de cuello largo, cejas arqueadas, pómulos altos, una nariz fina y labios rojos. El detalle es tal que mediante tomografías se logró ver que, bajo las capas de pintura, hay estuco que asemejan a arrugas o marcas de edad, dando así una expresión que va “más allá del tiempo y del espacio” así como una individualidad del escultor. Esta pieza de Nefertiti es tan especial que tiene una sala exclusiva para ella en su actual museo, el Neues de Berlín. (Egyptian Museum Berlín (s.f.)) (Agustí, 2022, págs. 2-3).

Otra de sus características es que solo tiene un ojo y a este respecto no han faltado teorías. Una de ellas es que nunca existió un segundo ojo ya que estudios parecen indicar que por la forma de fabricación y que esa cuenca ocular no parece no haber sido manipulada, pues dicha cuenca carecía de agentes aglutinantes que sostuvieran el ojo. No obstante, en ese espacio sí había restos de color. Se piensa que el busto era utilizado como modelo para otros retratos oficiales. Pero si seguimos la teoría de que el otro ojo sí existió, se piensa también que el extirparlo es una referencia a la muerte de la reina o incluso una enfermedad visual (Ascasoa & Lizana, 2012, págs. 125-126) (Agustí, 2022, págs.11-12).

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